Las hemorroides y fisuras anales son afectaciones en la zona perineal que pueden ser muy pesadas de curar, dolorosas e incluso invalidantes. Muchas veces, estas lesiones se dan asociadas al estreñimiento crónico, así que es fundamental trabajar este problema. La introducción de hábitos de vida saludables como el deporte y una correcta alimentación, sumado a pautas de higiene y aprendizaje de hábitos de defecación adecuados, son fundamentales para la mejoría.
HEMORROIDES Y SUELO PÉLVICO
Aunque las hemorroides y fisuras anales no siempre están directamente relacionadas con el suelo pélvico, su presencia puede causar tensión adicional en los músculos del suelo pélvico debido a los grandes esfuerzos para defecar y/o al dolor que puede acompañar.
En otras ocasiones, la debilidad del suelo pélvico puede contribuir al desarrollo de hemorroides ya que los músculos del suelo pélvico son responsables de mantener los órganos pélvicos en su lugar y de apoyar la función intestinal adecuada. Cuando estos músculos se debilitan, puede haber una mayor presión en la zona anal y rectal, contribuyendo a la formación de hemorroides.
Tanto si ha habido cirugía como si no, la fisioterapia especializada en suelo pélvico puede mejorar mucho la calidad de vida de las personas que sufren de hemorroides o fisura anal. No sólo con terapia manual que ayude a drenar y aliviar el dolor, sino con técnicas de última generación como INDIBA.
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