tania martín del hierro

Dolor pélvico crónico

dolor en la pelvis hombre

El dolor pélvico crónico puede aparecer tanto en hombres como en mujeres. A continuación vamos a ver cuáles son sus particularidades.

DOLOR EN LA PELVIS HOMBRE

Las causas o patologías por las que puede aparecer el dolor pélvico crónico son múltiples. Las más habituales del dolor en la pelvis hombre son:

  • Prostatitis crónica, prostatitis bacteriana o abacteriana (patología masculina).
  • Atrapamiento del pudendo (síndrome del canal de Alcock).
  • Síndrome miofascial de los músculos Elevadores del Ano (o del suelo pélvico).
  • Endometriosis o Adenomiosis (patología femenina).
  • Neuralgias o afectación del nervio ilioinguinal o nervio iliohipogástrico.
  • Secuela de fisuras anales, hemorroides.
  • En enfermedades gastrointestinales como estreñimiento crónico, colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn.
  • Dolor postquirúrgico tras cirugías en zona abdominal o pélvica.
dolor en la pelvis mujer

DOLOR EN LA PELVIS MUJER

En las mujeres, el dolor pélvico crónico puede deberse a las mismas causas que en el hombre, exceptuando las que derivan de la próstata. Pero podemos añadir otros motivos de dolor en la pelvis mujer:

  • Secuela del parto o cesárea.
  • Vulvodinia o dispareunia.
  • Vaginismo.
  • Candidiasis (más habitual en mujeres).
  • Cistitis intersticial o infecciones de orina recidivantes (más habitual en mujeres).
  • Problemas vasculares en la pelvis como varices pélvicas, síndrome del cascanueces y otras afecciones que conlleven una congestión pélvica (más común en mujeres).

DOLOR PÉLVICO EN EL EMBARAZO

El dolor pélvico en el embarazo se refiere al dolor que se presenta en la región de la pelvis durante la gestación. Este puede ser en momentos puntuales o constante y puede variar de intensidad y zona.

El dolor pélvico en el embarazo puede ser ocasionado por diversos factores entre los que destacan:

  • Estiramiento de los ligamentos y músculos pélvicos.
  • Cambios en la postura y la distribución del peso.
  • Presión del útero en los nervios y órganos cercanos.
  • Infecciones del tracto urinario o dolor por afecciones más graves, como la preeclampsia.

CARACTERÍSTICAS DEL DOLOR PÉLVICO CRÓNICO

Las características del dolor pélvico crónico son distintas en cada persona, pero es frecuente que lo describan con uno o más de los rasgos siguientes:

  • Dolor al sentarse que suele aliviarse al estar tumbado o de pie (muy característico en atrapamiento del nervio pudendo).
  • Dolor que aumenta con la actividad o con el ejercicio físico.
  • Dolor sordo, acorchamiento y/o alteración de la sensibilidad en ano, genitales, zona glútea, isquiones, ingles e incluso piernas.
  • Dolor a punta de dedo en determinadas zonas de la pelvis.
  • Dolor tipo pinchazo, quemazón, calambres en la zona del periné, vejiga, ano o genitales a la hora de orinar, defecar, eyacular o realizar algún esfuerzo en el que se use la musculatura de la pelvis.
  • Sensación de pelota de golf en la zona del perineo (muy habitual en prostatitis).
  • Dolor incapacitante durante ovulación y/o menstruación.
  • Alteración en la micción, defecación.
  • Dolor en las relaciones sexuales o disminución del orgasmo.
  • Puede ser un dolor que cese al dormir o no, pero casi siempre tiende a empeorar cuando la persona no duerme bien, en momentos de estrés, o circunstancias en las que no se descansa física y psicológicamente.

La mayoría de las personas que lo padecen se enfrentan también a otros problemas en distintas esferas de su vida derivados de este dolor pélvico crónico.

Por un lado, es un dolor incomprendido por la gran mayoría de las personas, incluso por algunos médicos, lo que hace que la persona que sufre dolor pélvico se sienta sola en este proceso.

Por otro lado, la persona con dolor pélvico puede ver afectada su vida social, sexual, familiar y laboral de manera muy acusada.

Todo esto desemboca en ansiedad, tristeza, impotencia, frustración, desesperación… La fisioterapia junto con la medicina especializada, la psicología y otras disciplinas pueden ser de gran ayuda, pero es fundamental ponerse en manos de buenos profesionales que sepan de verdad en qué consiste el dolor pélvico y que, además de participar en el tratamiento del dolor pélvico, sepan explicar al paciente qué le está pasando y cómo va a ser el proceso terapéutico a seguir. Resolver, en la medida de lo posible, las dudas que le surjan y ayudarle a comprender por qué se siente así.

Si estás leyendo esto, es probable que sea porque tú o alguien cercano a ti lo sufre. No dudes en pedir ayuda.